Page 45 - Educacional Ponenecias Congreso SEHH-STH 2020
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 Fármaco
Anticuerpos antifármaco
+
Complejos inmunes
                      +
Hematíe sensibilizado
Hematíe
H
Complemento
                 Hemólisis H intravascular
H +
                       Figura 3. Anticuerpos dependientes. Formación de complejos inmunes.
que históricamente se conoce como el mecanismo de “inmunocomplejos” que, si bien tuvo un gran pre- dicamento en los años setenta, posteriormente fue cuestionado por algunos autores(3) (Figura 3).
Habibi(7) y, posteriormente, Salama y Mueller-Eckardt(8), y también Garratty(5), presentaron un nuevo modelo, el del “mecanismo patogénico unificado”, que integra los 3 mecanismos anteriores en uno solo. Apoyándose en diversos experimentos, el modelo señala que, cuando se inyectan sustancias químicas de bajo peso mole- cular a un animal, este no es capaz de producir an- ticuerpos, pero, si la sustancia se une a una proteína (por ejemplo, albúmina), la estructura resultante puede producir 3 tipos de anticuerpos: unos dirigidos única- mente contra la sustancia química (hapteno), otros reactivos frente a una combinación del hapteno con la proteína y, finalmente, otros capaces de reconocer exclusivamente a la proteína. En la práctica, el modelo implica que un mismo paciente puede desarrollar 1, 2 y hasta los 3 tipos de anticuerpos. Los anticuerpos de tipo penicilina se unen fuertemente a la proteína y pro- ducen la formación de anticuerpos mayoritariamente dirigidos contra el fármaco, como prueba el hecho de poder inhibir la unión de los anticuerpos a su epítopo con una incubación previa in vitro de los anticuerpos
con la penicilina mediante pruebas de inhibición del hapteno. Por el contrario, otros fármacos provocan la aparición de anticuerpos que reconocen un epítopo que resulta de la combi- nación del fármaco con la proteína de membrana del hematíe. Estos anticuerpos no son inhibidos con la pre- sencia del fármaco in vitro, porque el epítopo que reco- nocen no es exclusivo del fármaco. Estos anticuerpos corresponden a los que se consideraban responsables del mecanismo de “inmuno- complejos”.
Finalmente, se ha descrito un cuarto posible mecanis- mo, según el cual algunos fármacos serían capaces de modificar la membrana
del hematíe de tal manera que diversas proteínas plasmáticas serían adsorbidas por el hematíe de for- ma inespecífica. Este es el mecanismo no inmune que se atribuyó al fármaco cefalotina al observar que los hematíes tratados con cefalotina eran capaces de adsorber IgG, C3, albúmina, fibrinógeno y otras pro- teínas tras su incubación con el plasma. La presencia de estas proteínas adheridas a la membrana puede ponerse de manifiesto mediante la técnica de la anti- globulina (Figura 4).
Inicialmente, se pensó que se trataba de un fenóme- no que solo acontecía in vitro y, por tanto, carente de sig- nificado clínico, pero pronto se observó que esta fijación no inmunológica también podía desembocar en un cuadro de anemia hemolítica. Con la técnica de los mo- nocitos en monocapa que permite medir la actividad hemolítica in vitro de los anticuerpos, pudo comprobar- se que, efectivamente, los macrófagos interaccionaban con estos hematíes recubiertos con distintas proteínas produciendo una disminución en la supervivencia de los mismos. Algunos de los fármacos que emplean este mecanismo son los inhibidores de la β-lactamasa (cla- vulánico, sulbactam, tazobactam) y los fármacos de la familia del platino (cisplatino, oxaliplatino, carboplatino), sin intervención de ningún tipo de anticuerpos(5).
 LXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia / Ponencias
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